Queridos amigos, quisiera invocar vuestro sentido común, a vuestro sentido de amor propio y a vuestra consciencia como personas que se precian para que hagan algo y efectivo ya. A mi no me gusta mendigar un apoyo colectivo pero pienso que nosotros, los ex premies, tenemos un deber moral con la humanidad. Aquí se trata de algo de índole humanitario y moral, que sino espiritual: nosotros somos los únicos que sabemos toda la verdad acerca de las mentiras que se han propalado bajo la sombra de este hindú agringado que se hace pasar por una sarta torcida de "dios", somos los únicos que conocemos que todo este tinglado sectario y pernicioso de Prem Rawat es una burda mentira, una estafa sin cuento, y que todavía se sigue engañando descaradamente, impunemente, bajo la burda engañifa del "conocimiento" -sin mayúsculas- como caballito de Troya para destruir personalidades y matar la fé y las esperanzas y apropiarse de voluntades, que sino de dineros ajenos para enriquecer a al gordo líder que tiene una soberbia mansión en Malibu (California) y millones en sus cuentas bancarias, solventados seguramente con el peculio y el esfuerzo de quienes son engañados, han sido engañados y fueron engañados -ayer, como hoy, la misma canción-; como en cualquier burda seudo-religión o secta perniciosa que promete la salvación y qué otra cosa más que no sepamos, se ha estafado, se estafa con sutiles excusas, para robar hasta el alma de las personas. Y, por lo visto, todavía se sigue engañando con ese mismo cuento, tal vez maquillado y adornado con flores -aromas que en realidad esconden la podredumbre moral, espiritual y material-. Se sigue engañando bajo la cantaleta de que "entidades" tales como la Fundación Prem Rawat, Elan Vital (ex Misión de la Luz Divina con otro colorete)  -en castizo: La Fundación La Paz es Posible- tienen propósitos "sin fines de lucro" y que están allí supuestamente para "ayudar a la gente". Estos delincuentes -seguidores de Prem Rawat-, argumentando que cuentan con el aval o el apoyo de gente famosa o de políticos -no sabemos cuál es la catadura moral de tales "políticos"-, de personalidades de diversos países (¿?) o de quién sabe qué cretino "oficial" o individuo del alto plumero de cualquier corral -que seguramente ha sido sobornado o "comprado" para "hable bien" de los ruines intereses de Prem Rawat-. En la infamante carta que la "Fundación La Paz es Posible" de España remitió a Vivat Academia, ellos dicen que el gurú de marras, hoy convertido por arte de birlibirloque en un "conferenciante inspirador" (sic), cuenta con la indulgencia de personalidades "x" o "top" de tal o cual institución o país y que ha recibido "reconocimientos" en tal o cual lugar; sin embargo, no dice nada de lo que le ha sucedido a los ex premies, solo se limitan a negar y negar, decir que todo lo afirmado en mi trabajo periodístico es falso, que todo es mentira, sin aportar pruebas de ello al canto, cuando mi artículo publicado en VA y tan malamente retirado sí tiene argumentos demostrables. No dicen nada, por ejemplo, de donde salen las fabulosas ganancias de su líder (PR) ni cómo es que hay tantas incongruencias entre uno y otro testimonio versus la persona que dirige un tinglado sectario cuyo cinismo alucinante y su doble moral ya están por lo demás demostrados. Así, siguen engañando a miles, que sino millones, como nos engañaron a nosotros, que creímos haber encontrado la razón de nuestras existencias. Por ello quisiera decirles que sí está en nuestras manos hacer algo, aunque modestamente pero hacerlo, hay que hacer algo, repito, que vuestro silencio, vuestra indiferencia, el no hacer nada y hacer el papel de avestruz que esconde la cabeza ante la monstruosidad que tanto daño nos ha hecho y que tanto daño está causando en las vidas de tantas gentes, no juega para nada no solo a nuestro favor sino que, además, no ayuda a nadie que quisiera saber lo que implica meterse con la secta de Prem Rawat (Elan Vital, La Paz es Posible, etc., etc...) y todo lo que ello implica: un infierno y la perdición para quien se introduce en este sórdido mundo donde, seguramente, va a caer en la des-individualización humana y en la destrucción de su personalidad, en la destrucción de su fe, en la destrucción de sus convicciones morales,  en la destrucción de sus sueños y de su futuro, todo ello con el cuento de la Caperucita Roja, a quien se come el lobo disfrazado de dulce abuelita. ¡Tenemos que decirle al mundo la verdad! Yo no puedo hacerlo solo, nos necesitamos el uno al otro. Que Dios los bendiga. CGE.